viernes, 1 de diciembre de 2017

Efectos de las grasas trans en nuestra salud

Las grasas trans son un ingrediente presente en una gran cantidad de alimentos que consumimos normalmente.
Los fabricantes tratan de ocultarlo bajo el alias “hidrogenado” o “parcialmente hidrogenado”, pero sus efectos dañinos se ven reflejados en diversas enfermedades como la diabetes o las enfermedades cardíacas.
En este artículo vamos a conocer qué son las grasas trans, por qué son tan nocivas para tu salud y la de tu familia y aprender a reducir su consumo.


¿Qué son las grasas trans?


Los ácidos grasos trans, o más comúnmente llamados grasas trans, son un tipo de grasa insaturada.
Su estructura química se caracteriza por tener al menos un doble enlace cuyas moléculas pueden localizarse en el isómero cis o en el isómero trans, los cuales determinan la posición de los átomos de hidrógeno alrededor del doble enlace:
  • Isómero cis: los átomos de hidrógeno están en el mismo lado del doble enlace.
  • Isómero trans: los átomos de hidrógeno están en el lado opuesto del doble enlace.


Entonces tenemos que una grasa insaturada trans es aquella que tiene una estructura química en la que los átomos de hidrógeno se encuentran en el lado opuesto al doble enlace.

Pero no nos vamos a extendernos mucho en explicar su estructura química ya que no es el propósito de este artículo.


Tipos de grasas Trans.

Existen dos tipos de grasas trans según la procedencia de las mismas, las grasas trans naturales y las grasas trans artificiales.
Veamos cada una de ellas.    


1.Grasas Trans Naturales

Las grasas trans naturales se forman en el estómago de los animales rumiantes cuando las bacterias digieren la grasa.
Por este motivo, podemos encontrar este tipo de grasas en algunos alimentos de origen animal, como la carne o los productos lácteos.
Sin embargo, la cantidad de grasas trans presente en los alimentos es muy reducida y no hay motivos por los que preocuparse.
Además, de acuerdo con varios estudios, el consumo moderado de grasas trans producidas por rumiantes no tiene efectos nocivos en la salud.
De hecho, existe un tipo de grasa trans conocida por sus beneficios saludables y que se comercializa incluso en forma de suplemento: el CLA o ácido linoleico conjugado.


2. Grasas Trans Artificiales.

Las grasas trans artificiales o industriales son grasas hidrogenadas que se elaboran mediante la introducción de moléculas de hidrógeno en un aceite vegetal.
Este proceso se denomina hidrogenación y es el utilizado para fabricar aceites vegetales como el de soja, girasol o canola.
La hidrogenación requiere el uso de altos niveles de presión, hidrógeno y catalizadores de metal y su resultado es la alteración de la estructura química del aceite 
  • Cambio de estado líquido a sólido.
  • Prolongación del periodo de caducidad.
  • Transformación de las grasas insaturadas del aceite en grasas trans.

Así es cómo se obtienen las conocidas grasas trans artificiales.
Una técnica para nada natural y bastante desagradable por cierto.

Problemas a la salud producidos por las grasas trans.
.

Enfermedades cardíacas

Desde los años 70, se han realizado multitud de ensayos clínicos y estudios epidemiológicos que confirman una fuerte relación entre la ingesta de grasas trans y el aumento de riesgo de enfermedades cardíacas.
Al sustituir las grasas trans por otro tipo de grasas o carbohidratos, los resultados de los ensayos clínicos son claros:
  • Aumenta la proporción colesterol total/colesterol HDL.
  • Aumenta el colesterol LDL.
  • Afecta negativamente la relación ApoB/ApoA1.

Asimismo, de acuerdo con un meta-análisis, aumentar en un 2 % el consumo de grasas trans eleva en un 23 % el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.


Diabetes.

Es muy probable que las grasas trans causen resistencia a la insulina y, por tanto, aumenten el riesgo de diabetes.
Sin embargo, los diferentes estudios acerca de la relación entre grasas trans y diabetes no son concluyentes.
Por un lado:
Un amplio estudio realizado a 80 000 mujeres reveló que aquellas que consumían mayor cantidad de grasas trans presentaban un riesgo un 40 % mayor de sufrir diabetes
Por otro lado:
Existen estudios similares que no han encontrado relación alguna entre las grasas trans y la diabetes, y ensayos clínicos cuyos resultados son confusos.
En lo que se refiere a investigaciones llevadas a cabo con animales, cabe destacar los resultados de un estudio en monos donde la ingesta excesiva de grasas trans provocó:
  • Resistencia a la insulina.
  • Obesidad abdominal.
  • Niveles altos de fructosamina, un marcador que indica que la glucosa en sangre está elevada.


Inflamación.

Un exceso de inflamación está relacionado con numerosas enfermedades crónicas: síndrome metabólico, artritis, diabetes, enfermedades cardiovasculares…
De acuerdo con algunos ensayos clínicos y estudios epidemiológicos, el consumo de grasas trans contribuye a la inflamación, principalmente en personas con sobrepeso u obesas.
La ingesta de grasas trans puede aumentar algunos marcadores de inflamación como la proteína C reactiva, la IL-6 o el TNF-alfa.


Vasos sanguíneos.

Las grasas trans pueden provocar daños en el endotelio, la pared interna de los vasos sanguíneos, y causar disfunción endotelial.
En un estudio, la sustitución de grasas saturadas por grasas trans redujo en un 21 % el colesterol HDL y en un 29 % la capacidad de dilatación de las arterias.


Cáncer

Las pruebas científicas que confirman la asociación del consumo de grasas trans con la aparición de cáncer aún son escasas.
Según el conocido estudio Nurses’ Health Study, el consumo de grasas trans antes del periodo de la menopausia está relacionado con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama después de la menopausia.
Sin embargo, otras investigaciones han afirmado que dicho vínculo es muy débil..

 

Cómo puedes reducir el consumo de grasas trans.

 

Las grasas trans están presentes en una amplia variedad de alimentos que consumimos muy a menudo: los alimentos procesados.
Estos son algunos ejemplos de productos que pueden contener grasas trans en proporciones elevadas:
  • Comida precocinada.
  • Salsas y condimentos comerciales.
  • Galletas
  • Aperitivos salados y dulces.
  • Bollería y pastelería industrial
  • Caramelos.
  • Helados.

En los actuales momentos, la industria agroalimentaria está disminuyendo la cantidad de grasas trans presente en sus productos.
No obstante, esto no quiere decir que no debamos prestar atención a la composición de los alimentos que compramos.
Recuerda leer con detenimiento la lista de ingredientes: si aparece escrito “hidrogenado” o “parcialmente hidrogenado” significa que contiene grasas trans artificiales.
Si quieres asegurarte de que un alimento no contenga grasas trans, elige siempre alimentos naturales sin procesar: aceite de oliva virgen extra en lugar de aceite de girasol, mantequilla en lugar de margarina.


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